Hemos tardado un millón de años, es decir demasiaaaaado tiempo, a mi parecer, pero finalmente aquí en Europa nuestra cultura anti-niño empieza a pasar de moda.
Los locales estilo McDonald’s se atacan justamente por ser repartidores de comida chatarra, y por ofrecer empleo mal pagado a los jóvenes… pero nadie más se atrevía a ofrecer en su restaurant un espacio de juegos para los niños.
Quien tiene niños pudiera molestarse con los restauradores tradicionales en la misma medida en que los nutricionistas se molestan viendo un Burger King.
Lo digo como madre aunque yo, siendo vegetariana, prefiera todo otro estilo de cocina. En este post quiero comunicar mi alegría viendo que por fin se empiezan a reservar espacios cubiertos para niños en algunos cafetines y otros locales. Son pocos, pero siguen aumentando.
Por todos estos años nos hemos olvidado de los pequeños, y en un día de lluvia o simplemente en ocasión de ir a comer afuera no se encontraban muchas opciones, teniendo hijos pequeños. En este sentido el estilo de local de ultramar era más democrático. Se trata de un buen ejemplo de aprendizaje a través del intercambio cultural. La cocina puede variar, pero la idea dedicar un salón a los chicos debe convertirse en una costumbre. Ellos se lo merecen.
Esta foto, por ejemplo, es del interior del cafetín Mister Kebab de la zona nueva de Cádiz, donde se suelen encontrar también bocadillos vegetarianos. :-)
An interesting arguement that gets lost in the fight agsainst unhealthy food. You are absolutely right that MacDonalds does indeed make their restaurants more welcoming for children than any others do.
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