Esta mañana surgieron infructuosos debates en Facebook acerca de los ridículos mensajes que Obama lleva por el mundo.
Infructuosos, decía, porque lamentablemente quien se deja hechizar por la manipulación de la imagen, es decir quien defiende cualquier política llevada a cabo por una mujer, un mestizo (que todos estos daltonianos llaman negro, cosa aún más inadecuada, lo digo respetando a todas las etnias, ya que evidentemente los daltonianos quieren dejar de lado la familia materna del presidente, que no les sirve para ilusionarse) o por alguien cuyo rostro se preste de algún modo a ser utilizado como publicidad engañosa por los partidos, no cambia de opinión por más que se les expongan evidencias.
Los pocos que no nos dejamos hechizar, los que no tenemos esa tendencia a querer ver lo que desearíamos ver en lugar de la amarga realidad, nos defendimos como pudimos y cada quien dejó la discusión sin haber cambiado de opinión. Sin embargo, al menos, todos hemos escuchado las diferentes opiniones.
Por lo tanto, este post va a ser muy corto. Puesto que lo que quise decir es evidente y no necesita explicación, y exponer estas verdades no suele dar muchos resultados.
a) La viñeta habla por sí misma...
b) En cuanto al viaje para ver a la familia de Mandela, hemos vistos en youtube las protestas de unos manifestantes que no lo querían, ya que lo consideran un criminal de guerra. Y
c) sobre los consejos que quiso dar al presidente de Senegal, diré lo siguiente:
Obama no tiene más remedio que utilizar (UTILIZAR) la cuestión de los derechos de los homosexuales para atreverse a dar consejos a un país que, en otros aspectos, tendría mucho que enseñar a los EE.UU. en cuanto a derechos humanos. Por ejemplo:
Senegal ha abolido la pena de muerte en 2005,
y la última ejecución ocurrió en 1967.
¿No tendría Barak Obama algo de que ocuparse en su propia casa?
¿Se aburre? Pobrecito.
